Advertencia: En este artículo van haber spoilers a diestra y siniestra. Daré por sentado que al menos vieron la película. Además, a medida que vaya redactado este artículo estaré saltando entre el libro y la adaptación fílmica.
Sinopsis: Todos los fines de semana, en sótanos y estacionamiento a lo largo y ancho del país, jóvenes oficinistas se quitan los zapatos y las camisas y pelean entre sí hasta la extenuación. Los lunes regresan a sus despachos, con los ojos amoratados, algún diente de menos y un sentimiento embriagador de omnipotencia. Estas reuniones clandestinas son parte del plan con el que Tyler Durden, aspira a vengarse de una sociedad enferma por el consumismo exacerbado
La historia del Club de la lucha se puede describir como la “quintaesencia” del alma de los años 90. Al menos en USA. El autor del libro, Chuck Palahniuk, tuvo una pelea durante el fin de semana en la que quedó bastante lastimado. Para su sorpresa, cuando fue al trabajo el lunes siguiente todos sus compañeros hicieron caso omiso de su aspecto.
Con esto en mente, empezó a maquinar una historia de violencia al cual solo le faltaba un contexto. A Palahniuk solo le basto con ver su época, tanto en revistas como en libros se popularizaron los libros sobre clubes de chicas donde discutían -valga la redundancia- cosas de chicas, estos libros eran escritos por mujeres para mujeres. En esta moda de historias sobre clubes de chicas siempre giraban sobre los mismos temas: familia, amistades, amor o superación laboral en ambientes masculinos, los problemas asociados a la mujer de finales de los 80 y principios de los 90, etc.
Palahniuk vió en esta moda algo faltante, los hombres estaban por fuera. Los hombres somos seres que tenemos nuestras propias problemáticas, temores, incertidumbres, aspiraciones, deseos y emociones. En base a esto el club de la lucha se creó, siguiendo una fórmula muy similar a los libros de chicas: un grupos de chicos (en este caso) se reúnen para romper con la rutina, librarse de sus frustraciones y encontrar significado para sus vidas.
Pero aquí viene el quiebre entre los libros de clubes de chicas y este libro de club de chicos, los hombres desahogan sus frustraciones usando sus puños. Y siguiendo como guía, 8 reglas sencillas y fáciles de cumplir.
Claro, siendo una historia influenciada por los 90 incluyó la moda de autoayuda y autoadministración. Toda la ideología que se desarrolla a lo largo de la historia toma el discurso proveniente de la autoayuda para crear su propio discurso. Las frases más icónicas de la película y del libro son calcos de la psicología “barata” de motivación.
Pero más allá de un simple club de luchas de hombres, tratando de recuperar su masculinidad -o darle sentido- la historia cambia totalmente cuando aparece Tyler con su proyecto Mayhem.
El personaje de Tyler (co-protagonista) solo tiene un propósito destruir de tajo todos los principios por los cuales vive el narrador de la historia: Jack, el protagonista de la novela.
Tyler de pronto se vuelve el líder profeta de una ideología para salvar a los hombres de su miseria. A través de lecciones, frases y acciones, Tyler logra crear un movimiento que desea liberarse del sistema que los oprime.
El consumismo y la conformidad ha dejado una generación de hombres despojados de su masculinidad, cualquier tipo de dignidad y de cualquier propósito. Estas cosas provocan la furia de Tyler en contra la sociedad capitalista, por ello se vuelve un anarquista y promueve el anarquismo como una forma en que los hombres recuperen su propósito en la vida.
El caldo de cultivo del movimiento de Tyler, mayormente, son hombres que pertenecen a los estratos más bajo e insignificantes de la sociedad. Hombres decepcionados de sus vidas fracasadas y sin ninguna esperanza para el resto de lo que les queda de vida. Tyler les habla a estos hombres y genuinamente quiere salvarlos.
Como toda ideología o movimiento de marginados, tiene su lado oscuro. Una filosofía de liberación que termina convirtiéndose en un movimiento totalitario con la pretensión de cambiar una sociedad conformista por una sociedad regida sólo por 8 reglas y una obediencia absoluta.
¿Realmente es así?. Profundicemos
El propósito del arte (en cualquier medio) primordialmente es el de entretenernos. Pero incluye como propósito hacernos aspirar a más, o por lo menos, algo diferente a lo que nos ofrece la realidad en la que vivimos.
El club de la pelea es de esas historias que generan genuina motivación a la gente, generan cientos de frases que son compartidas en redes sociales, wallpapers, miles personas tratando de emular los personajes y millones de fanboys nombradola como la mejor obra de la historia.
Tanto el libro como la película no fueron queridas por la crítica. La película tardó sus años para ser considerada de “Culto”. De hecho, si no fueran por la taquilla mundial hubiera sido un fracaso gigantesco, en USA solo recaudó la mitad de su presupuesto.
Pero como todo producto adelantado o muy enigmático para su época, ahora se considera como una obra maestra. Casi no se puede encontrar un sitio en el internet que hable mal de la película y tiene 8.9 de 9 en IMDB.
Y si, hay que admitirlo, es una historia con carisma, es el tipo de historias que te dicen en la cara: “asi soy, aceptalo”. Palaniuk con una narrativa sencilla sabe sorprender y mantener al lector atento durante todo el libro. David Fincher supo dirigir una película entretenida, con un ritmo que atrapa al espectador, cuenta las cosas sin tratarte como tonto, sabe mantener el misterio y sabe cómo revelar un “plot twist”. Sin duda, como producto de entretenimiento es infalible.
El club de la lucha tiene rabia, fuego, pasión, y furia todo lo que su público objetivo (Hombres insatisfechos) tienen y desean liberar.
El primer punto a tener cuenta, que estamos hablando del primer mundo, la escoria de la sociedad no son pobres ni marginados como lo podemos imaginar en el tercer mundo.
Los problemas que sufría el primer mundista durante los 90 eran existenciales. Ellos ya tenían asegurados los dos primeros escalones de la pirámide Maslow ( necesidades fisiológicas y de seguridad). Las necesidades filiales y de autorrealización era donde fallaban. El vacío sentido es enteramente metafísico.
El protagonista del club de la lucha es un ejemplo y viva representación de lo descrito en el párrafo anterior. Jack, cuyo nombre están genérico como simple, remarcando los “normal”, tiene un trabajo que no destaca de la media (es un perito de seguros), no tiene relaciones familiares o amorosas y no tiene ni la más mínima aspiración de hacer algo significativo. En esencia Jack es un zombie viviente que se mueve por inercia e invierte su tiempo comprando muebles para llenar el vacío que tiene. Cuando el consumismo ya no lo llena, empieza a enloquecer.
Jack, tiene una vida en la cual no tiene escapatoria. Ya tiene una rutina tan establecida que no le permite experimentar o buscar algo diferente, es demasiado mayor para sumarse algún movimiento/tribu social alternativo. Vivir en un ambiente seguro y establecido es su condena.
Entendamos el contexto de los 90, fueron tiempos de cambios, la gente ya no creía en futuros maravillosos, sino todo lo contrario, inconscientemente apostaban al apocalipsis. El mejor ejemplo de esto fue la popularización del cyberpunk con Matrix. Película que se puede decir que es la contraparte de ciencia ficción del club de la lucha.
El club de la lucha representa un miedo a la abundancia, a la incertidumbre de tener demasiados opciones y no ser capaz de llevar ninguna a cabo, un miedo al vacío que dejó la necesidad sobrevivir día tras día. Sus personajes tienen sus necesidades cubiertas mas no se siente realizados, por ello, se sienten como la escoria de la sociedad y miserables, no tiene forma de escapar de lo que son.
Todo gira a una debacle que no tiene forma. La solución de Jack, provista por Tyler, es la destruir la sociedad capitalista establecida.
En la película, magistralmente, no muestra una atmósfera opresiva y deprimente. La oficina se representa como un ambiente dañino, todas las posesiones que compra Jack son ridículos y banales. Todo esto es para cuando llegue el momento en que Tyler diga: “Los que posees te acabará poseyendo” compres esa frase sin dudarlo en lo más mínimo.
Jack es feliz cuando se desprende de su posesiones y se va vivir con Tyler en la casa abandonada, Jack es feliz cuando empieza encontrar un significado en su vida poniendo en práctica la filosofía de Tyler.
Toda la historia del Club de la Lucha es un calco de las filosofías de autoayuda. Te dicen que vives en un ambiente represivo y te muestran el camino para obtener “libertad y autorrealización”
La historia gira con el solo propósito de rechazar el sistema en el que vivimos. Te golpea incesantemente con lecciones y frases que te hacen creer que si rompes con la sociedad capitalista establecida se crearán fisuras en la realidad, y por esas mismas fisuras podrás encontrar la iluminación.
Tanto la novela como la película, están tan inmersos en esta idea que nos hace ver a jack y Tyler como dos sabios ermitaños que obtuvieron su sabiduría porque se atrevieron a buscar ese conocimiento y te van explicando sus conclusiones con parábolas.
David Fincher para convencer el público de esta idea utilizo la fotografía, el banda sonora y un alto contraste de colores para mostrar un mundo corrupto y contaminado por la raza humana. Donde el mesías es Tyler y compres el mensaje sin el menor descrito o duda posible.
Si resumimos el mensaje del Club de Lucha es simple: dejar de perfeccionarse, aceptate como eres, no te sometas a la sociedad y no te distraigas por cosas insignificantes. Se tu mismo y disfruta lo que eres.
Aquí viene el gran pero. Si se observan todo los personajes que se vuelven miembros del club son personas con físicos para nada perfectos y con trabajos miserables, en resumidas cuentas, los perdedores de la sociedad Sin embargo, el mesías viene siendo el macho alfa perfecto, vestido a la moda, super carismático y líder nato. Por dios es Brad Pitt, la imagen de la perfección masculina en sí.
Tyler es la máxima expresión del ideal masculino (fisico y de personalidad) y es el líder de los hombres fracasados. Repito, realmente es verosímil que Tyler lidere la escoria humana hacia el triunfo y la liberación de la sociedad establecida.
Aquí es donde entra la parodia.
Al mejor estilo de la autoayuda, Tyler toma la gente más miserable, y como buen líder político, les dice lo que quieren oír para sumarlos a su causa. Utiliza las personas más susceptibles en caer encantos de marketing para reclutarlos a su propia secta para implementar el proyecto Mayhem.
Aquí empiezan las “contradicciones” en la historia. Tyler, con su proyecto mayhem, promueve una ideología de liberación para romper con la sociedad establecida. La que traería la autorrealización a los desdichados del mundo.
Claro todo sabemos que Tyler no es real, sino un producto de la imaginación de Jack. pero recordemos que Tyler es el “ideal ser” de Jack. Tyler es el tipo de persona que Jack quiere ser, y por lo tanto, lo seguidores - y el público- del club de la lucha quieren ser también.
El motivo de su furia de Jack no es por su vida insignificante sino por no ser una persona como Tyler. Lucha no por creer en la ideología de Tyler sino para convertirse en Tyler.
En este punto, nos podemos dar cuenta que el mensaje de la historia es: somos personas insatisfechas con nuestras vidas, en vez de mejorar, preferimos tirarlo todo por la borda.
Concretamente, describe a la humanidad como un ser que prefiere rendirse porque es lo más sencillo, es más fácil tener un líder y una ideología que nos dicten cómo vivir. Adelantando, el club de la lucha no cree en la rutina y en la sociedad actual pero tampoco que cree en Tyler y en su ideología.
Si no nos dejamos llevar por la ideología de Tyler, vemos que el es un psicópata que salva a la gente de ser comida por los lobos para lanzarlos a los leones. Todo se revela cuando se ve esa criatura que es el proyecto Mayhem donde todo lo miembros de la secta trabaja perfectamente y coordinadamente bajo un estricto ambiente marcial. Hay listas de tareas, habitaciones para tareas específicas, cadenas de mando reglas que se cumplen fielmente.
La obediencia fanática se evidencia cuando la primera regla del proyecto mayhem es: “No hay preguntas”. Esto implica obediencia ciega y sin cuestionamiento al líder, en este caso, a Tyler. Estamos ante el nacimiento de una ideología totalitaria. Ideología que rompe con todo lo que expone inicialmente: dejar de ser parte de la masa para ser libres.
A pesar de esto, todo mundo ama a Tyler, dentro y fuera de la película. En la vida real existen clubes de la lucha y todo repiten las ideas y frases de Tyler. Eso implica una sola cosa: muchas personas son solo seguidores, tanto como los demás.
Tyler y la club de la lucha con su filosofía anti-sistema ha ganado adeptos por todo el mundo, y los más irónico, el sistema se está lucrando de ello.
Con el club de la lucha, tenemos la novelas con sus ediciones especiales y aniversarias. La película con su publicidad por emplazamiento, ediciones especiales en DVD y Blue Ray. Existen videojuegos y cómics. Y millones alimentando la industria que provee la misma historia subversiva antisistema que los ataca.
Es un producto que genera grandes ganancias siendo una crítica al sistema desde el sistema para el consumo de las masas.
Y eso que no trata con cariño a su público objetivo: hombres heterosexuales. Es una crítica a la imagen masculina y la frustración por no ser esa imagen. En pocas palabras, si te gusta esta pelicula es porque eres esencialmente un perdedor. La historia apela a tus frustraciones y tu lado miserable.
Tyler mientras conversa con Jack, hablan de como son una generación de hombres criados por mujeres y cómo eso ha afectado sus masculinidad. Al vacío existencial también no muestra un falta de definición de lo que significa ser un hombre en tiempos modernos. Donde el rol masculino se ve amenazado por lo que representa la liberación femenina, además, de sentir que no son capaces de ser.
Pero la película en vez de exaltar esa masculinidad perdida, nos muestra qué pasa cuando dejas a los hombres ser hombres: la destrucción de la sociedad capitalista establecida.
Inclusive hay un trasfondo homoerótico cuando se ve claramente que Jack tiene celos del personaje interpretado por Jared leto cuando este se gana la confianza de Tyler. Si tocan los celos que un hombre puede ser generados.
Esta historia te golpea con cada aspecto que toca desde tu masculinidad, tus frustraciones, tu identidad sexual, tu falsas búsquedas de liberación. Todo esto lo hace de la forma más vulgar y directamente posible, te restriega todo en la cara.
Pero la mejor forma de disfrutar esta obra no es como la biblia de la contracultura masculina, ni verla de forma hipócrita. Sencillamente verla como una parodia visceral de esos movimientos alternativos a la sociedad, dígase: hippies, punk, hipters, etc.
Al final, me gusta el club de la lucha, porque es una historia honesta y con vigor. Aunque no creo en lo más mínimo en el mensaje de Tyler, muchas de sus críticas no dejan de ser ciertas. Es un mensaje en contra la cotidianidad que sigue vigente en la actualidad. A pesar de ser comercial no deja de ser atrevida (dentro de los parámetros de hollywood). Es sólida y tiene algo que decir.
Tiene sentimientos y eso es algo que se debe apreciar en el arte.
Tiene sentimientos y eso es algo que se debe apreciar en el arte.
Excelente, estas escribiendo buenos artículos :)
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