"Despierta desnudo y bebe café, Haz planes para cambiar el mundo Mientas el mundo nos cambia a nosotros" |
Reflexionando me he dado cuenta que hay dos elementos cruciales en la vida de un ser humano que pasan tan desapercibidos por los comunes que son en la vida cotidiana.
El néctar de los Dioses conocido como: “el café”. El otro es el relajante mental por
excelencia y conocido con el nombre de “música”.
Examinando mis
actividades diarias –y la de mis allegados- he notado que muy pocas veces nos
detenemos a pensar que efectos tanto positivos como negativos tiene la
música y el café en nuestras vidas.
Soy un programador neto y duro, ambos elementos son mi
sustento en arrolladoras jornadas laborales o académicas.
Escribo en mis tiempos libres, tanto la música como el café ayudan a fluir
mi creatividad.
Como en mi caso hay mucha gente que tanto en su vida personal
como profesional estos elementos juegan un rol
que pasa completamente por debajo de la mesa a pesar de que son los
artífices que ayudan a completar una actividad.
Hay muchos trabajos psicológicos y médicos sobre las buenas
y malas influencias de estos revitalizadores naturales en el ser humano en la
realización de actividades. Hoy solo
quiero hablar con mis palabras, desde mi perspectiva.
Mis días se pueden contabilizar así: 5 horas de trabajo, 5
horas de estudio, hora y media de gimnasio o baloncesto y una hora de lectura. El resto 7 horas sueño, lo que pierdo
moviéndome por la ciudad, comiendo y
aseándome.
Por ello trato de ser muy eficiente y eficaz en la forma en
que vivo. A través de este proceso en
refino mi forma de vivir para poder lograr lo mas que pueda en el menor tiempo
posible el café y la música han sido un sostén en pos de mi productividad tanto
personal como labora.
Ambos elementos son los que me permiten estar relajado pero
atento a las diferentes situaciones que
me enfrento en mi vida laboral como lo queda de mi vida estudiantil.
Dos tazas de cafés, el primero a las 10 de la mañana y el
otro a las 3 de las tarde, son los que me ayudan a mantener en pie. Es curioso como trabaja el organismo
humano, en mi caso, mi cuerpo me pide
estas tazas de café cuando estoy
trabajando o en la universidad,
ya asocie café con mis periodos de trabajo mental.
Los fines de semanas que me dedico a otras actividades no
siento la necesidad de beber café.
Hacer café ya sea
vuelto una rutina para mi y de su perfección mi meta. Mi amor por el café perfecto se ha hecho tal
que yo me adjudique la responsabilidad de hacer este néctar de color marrón
oscuro tanto en mi casa como en la oficina.
Siempre trato de experimentar haciendo café de tal forma que pueda
saborear una esencia del café sin alejarme mucho de lo básico solo para tener
la bebida perfecta que me mantenga en pie.
A veces, ando busco tutoriales de cómo hacer café con cafetera
como este: Make the perfect Cafetiere
Tardo 15 minutos hacer un café. Pero ese intervalo me repotencia para continuar trabajando un par
de horas mas.
Mezclar café y
música, es parte de mi piedra filosofal para la productividad y el alcance de
mis metas.
La música resulta mucha veces en un muro de contención
natural de las distracciones que pueden haber al mi alrededor, me explico:
Cuando me coloco los audífonos me aisló de los ruidos de la calle, cuando mis
compañeros de trabajo hablan entre si o cuando hablan por teléfono, etc.
En pocas palabras ayuda a enfocarme en lo que estoy haciendo
además de darle un ritmo propio a la
hora de programar o escribir. La música
se ha convertido en el escudo que no permite que mi energía se pierda y usarla en una tarea en específico.
El 90% de esas actividades como lo son informes, modificar
aspectos visuales de una aplicación o
comentar código, tareas en si repetitivas
las he logrado realizar porque la
música me ayuda a no amilanarme ante el
aburrimiento de hacer algo mecánico, de
lo cual no necesito explotar mi creatividad.
Y desde un punto de vista emocional ayuda a mejorar mi estado de animo y mi actitud para
enfrentarme a los problemas. Mejorar mi
paciencia y sensibilidad a la hora de
tratar a otras personas.
En definitiva, la música impone que me marque mi propio
ritmo de trabajo, constante y enérgico. Me libra de las distracciones. Hace que
mi ánimo no decaiga en el corto plazo y ayuda a mejorar mi estado de ánimo y mi
predisposición hacia los demás.
Soy muy selecto con lo que escucho y cuando lo escucho. Cuando hago actividades físicas es cuando
coloco en el reproductor de mi celular
la música más energética, la que más genera adrenalina. En general, toda la música
que escucho cuando hago ejercicio es
rock y metal en todos sus sabores.
Hay otras que escucho cuando estoy estudiando, para esta actividad selecciono en especial canciones
instrumentales. En general son canciones
clásicas, new age, new wave, pop sintético, etc. canciones relajantes.
Cuando leo cambia la historia. No sé si es por la influencia de Haruki
Murakami, pero cuando empiezo a perderme
entre las páginas del libro que este
leyendo en un momento particular lo hago mientras escucha música de los 60,70 y
80. Desde los Beatles hasta Frank
Sinatra, pasando por toda la música clásica habida. Puedo leer a gusto solo cuando escucho este tipo de canciones.
Tanto en mis carpetas de música en la PC como en mi cuenta
de grooveshark tengo listas de
reproducción por cada libro de Haruki Murakami.
Para trabajar mis listas de canciones cambia. Mientras programo escucho desde la versión
del pop más suave (Conocido como: Easy
Listeninng) como rock pop comercial.
Este tipo canciones me han funcionado a la hora de trabajar debido a que
me permite que me relajen si perder la concentración en mis actividades laborales.
Creo que debo agregar que también tengo listas de
reproducción que solo escucho cuando solo quiero escuchar música y entrar en un
semi-estado de meditación. Canciones que
solo escucho cuando necesito despejar mi mente de pensamiento tormentosos.
Pero algunas cosas han cambiado.
Este mes decidí hacer una lista de 26 canciones que soloescuchare en noviembre debido a que he reflexionado el siguiente punto: escucho
tantas canciones que muy pocas veces logro disfrutar cada una
individualmente. A veces hay que
degustar una canción como se debe por
ello decidí limitar el número de canciones que escuchare este mes para
encontrar esos pequeños detalles que
merecen ser valorados.
Estos dos elementos el café y la música mis murallas de
contención en contra de las distracciones que ofrece el mundos sin cesar.
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