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El humor como pecado, breves historias


Soy notorio por hacer chistes,  a veces, un poco pesados.  La mayoría de la veces resultan ser muy graciosos, pero cuando no,  lo peor que puede pasarme es que no se rían y pasar una pena.   Aunque si me  acuerdo de  una vez donde casi me involucro en una pelea por hacer chiste sobre gustos musicales.


Pero después de ver un documental sobre la dinastía de los Ptolomeo en History Channel.  Si sucedió el milagro, realmente pasaron un programa de historia y no alienígenas ancestrales. Hubo una escena en la cual Ptolomeo II, por allá en el siglo II a.C., no se tomo con buen agrado unos versos de carácter jocoso,  escritos por Sotades de Maronea, sobre su vida sexual.

Estatua de Bronce de Ptolomeo II

La reacción de Ptolomeo II fue un poco desproporcionada pero entendible.  Ordeno que a Sotades fuera encerrado en una caja de plomo y lanzado al mar.    
Este caso fue un ejemplo, uno de los muchos que han habido en la historia,  de como las personas a medida que tienen mas poder menos tolerante son al humor.   Ya saben, todo puesto de liderazgo necesita una estela de formalidad, pompa y respeto.
Leyendo uno que otro ensayo encontrado, gracias google, me sorprendió la cantidad de autores durante la historia  que se dedicaron a la  mofa del poder político y terminaron condenados, y sus obras prohibidas.

Escena de la pelicula "El nombre de la rosa"
El genial Umberto Eco toco el tema del humor, en su libro “El nombre de la rosa”.  Quizás se acuerden mas de la película adaptada del libro protagonizada por Sean Connery.   Si seguimos la trama de la obra, nos sitúa en la edad  media durante el oscurantismo, el protagonista es un franciscano de nombre Guillermo de Baskerville.  El protagonista junto con un novicio llegan a una abadía donde han ocurrido una serie de asesinatos.
Uno de lo momentos centrales de la historia se centra en el duelo de intelectos del protagonista con el bibliotecario de nombre Jorge de Burgos.    En la conversación discuten sobre el efecto de la risa en la fe de las personas.



          
El bibliotecario argumenta ciertos tópicos como estos: Jesús no se reía -se asume como un código de conducta- y era  un ejemplo que se debía seguir al calco, la risa hace que el hombre pierda control de su cuerpo e induce al pecado, siembra la duda y debilita el poder la iglesia.
Pero el protagonista debate al argumento, al estar en desacuerdo, indicado que no hay evidencia de que Jesús no se “riera” durante su vida. Mas importante, la risa es  una muestra de la razón de la persona, y  añade, ayuda  a contrarrestar la soberbia de los pecadores.
En cierta forma, la obra nos narra la lucha de la razón científica de Guillermo y el fanatismo religioso de Jorge.

De esta pequeña conversación se revela al lector, las causa que iniciara los asesinatos. Mas adelante en la historia, se explica que  la ola de asesinatos empieza por la decisión de ocultar el “libro segundo de la poética” de Aristóteles  por parte de Jorge.
Esta obra de Aristóteles, a pesar de haber evidencias, no se sabe si existió realmente. Se tiene entendido que la obra trata de indagar los alcances de la comedia, analizar el humor y las consecuencias que ocasiona sobre la persona. El punto central que se asume de análisis del humor, es a través de la risa que el hombre puede encontrar el camino a la verdad


La razón por el cual el libro de Aristóteles es escondido, se centra en el hecho que el poder de la risa -del humor para ser exactos- puede debilitar el poder eclesiástico y de la religión  en dos formas: 

-Ridiculiza de forma efectiva los conceptos religiosos.
-Enseña al hombre reír sin pecar anulando el poder de la iglesia sobre la absolución.
Jorge, el bibliotecario, solo quería mantener el status quo y el poder de la iglesia a salvo del poder del humor, que podía debilitar la forma más efectiva de sumisión: el temor.
Alguien que si se tomo el humor con “buena onda”  fue el estoico Marco Aurelio, emperador romano. A diferencia de otros emperadores y gobernantes, el nunca castigo las infidelidades de su esposa.   


Marco Aurelio, Emperador y Filosofo 

Fue tan buena gente que promovía las carreras de los amantes de su mujer como el caso del comediante Tertulo, el cual, se hizo famoso por  contar un chiste donde describía el acto sexual con la esposa de Aurelio y conservar la cabeza.
El emperador romano que no fue tan buena onda con el humor fue Séptimo Severo.  Uno de sus mandatos fue castigar con la muerte todo aquel que se burlara haciendo mofa de su nombre. 

Ejemplo de mofas prohibidas:”el emperador le hace justicia a su nombre”.
Si nos adelantamos en el tiempo, cuando los ojos del mundo se fijaban en Francia,  Voltaire y Diderot  se hicieron famosos gracias al número de encarcelamientos, golpizas y las prohibiciones de sus obras.     La causa mas común de los castigos que sufrieron
se debió por las sátiras  que se hacían sobre la clase gobernante.

No hay mejor estrategia de marketing que el poder del momento prohíba tu obras.
Durante esos años en Inglaterra se ideaba la  “True Satire”, un humor no personal y abstracto sobre eventos de la vida diaria, ademas de aplicar la racionalidad a la hora de usar el la sátira. Aunque fue muy alimentado por el surgimiento de la política a través de los partidos Tory (Conservadores) y Whigs (Liberales monarquicos).

Mas tarde un ingles de nombre James Gillray encontraría el éxito mofándose de Napoleón Bonaparte. Hablando del gran pequeño francés, el  no aceptaba las burlas, por ello con su entrada al poder todo tipo de sátira política -y no política- fue prohibida.



El siglo XX se caracterizo por dar a luz las ideologías más totalitarias de la historia.  Y el humor fue analizado de formas nunca antes imaginado a través de los lentes de cada totalitarismo.
El comunismo ruso, después de su triunfo en la revolución de 1917, analizo cada aspecto de la sociedad, entre ellos, la sátira de cualquier clase.  La conclusión al cual  llegaron fue que el sistema comunista y la sociedad comunista son perfectos, por tal razón, la sátira no debía ser permitida.
Como puedes hacer un humor del sistema mas perfecto de la historia. Por ello cualquier tipo de burla al sistema comunista ruso era castigado con trabajos forzados o la muerte.

Con la muerte de Stalin, el comunismo se relajo un poco.  Los humoristas ya no se le castigaba con la muerte o con el GULAG, ahora eran enviado a hospitales psiquiátricos.   

La razón, solo alguien con problemas mentales podía cuestionar el comunismo.  Esto  sucedió en el caso de Valery Tarsis.


Valery Tarsis

Los alemanes siempre han sido conocidos por ser fríos y tomarse las cosas en serio. Durante el nazismo quizás exageraron un poco.  El nacionalsocialismo prohibió todo tipo de burla bajo el nombre de “comentario malicioso” que cuestionaran al partido, gobierno y  sus dirigentes en 1934.     Los castigos, los típicos: prisión, palizas, trabajos forzados o la muerte. Se dice, que había asesinatos realmente artísticos para los humoristas/caricaturistas como ser colgados con cuerdas de piano.
El famoso cineasta Buñuel fue victima de censura por parte del régimen Franquista en España, el cual tenía leyes muy severas en contra de la sátira.
En tiempos modernos la situación ha mejorado en casi todo el mundo.  La mayoría de los ciudadanos, famosos o no, pueden burlarse de sus lideres sin temor de perder la vida.
Inclusive se pueden hacer burlas de los políticos en la cara de ellos  como hizo Stephen Colbert  en la cena de gala de la casa blanca en el 2006.    Desde ese momento Colbert se gano el resentimiento de Bush hijo.

Claro también existen gobernantes que no se lo toman bien, como Asad en Siria que ordeno que le rompieran las manos al caricaturista Ali ferzat por haber hecho un caricatura donde aparece el líder sirio pidiendo autostop al líder libio Gadafi, que para ese momento ya había sido asesinado por rebeldes.
Cabe decir, recientemente,  el mayor ataque que se hizo en  contra del humor satírico en tiempos recientes fue el  Charlie Habdo.    Revista Francesa de izquierdas que nunca dudo en burlarse absolutamente de todo  y de todos.
  
Todo esta perdonado

El poder reírse no es una solamente una forma de disfrutar momento alegres en la vida personal.  El poder de burlarse de los gobernantes, religiones, grupos con cierto poder sin consecuencias es una buena medida para medir lo sana y libre que es una sociedad.

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